Abram frees Lot
(14:12) Tomaron también á Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y su hacienda, y se fueron.
(14:13) Y vino uno de los que escaparon, y denunciólo á Abram el Hebreo, que habitaba en el valle de Mamre Amorrheo, hermano de Eschôl y hermano de Aner, los cuales estaban confederados con Abram. (14:14) Y oyó Abram que su hermano estaba prisionero, y armó sus criados, los criados de su casa, trescientos dieciocho, y siguiólos hasta Dan”. Génesis 14:17-24
Vuelvo a poner la petición del hermano quien me escribió: “Nos regocijamos en las enseñanzas de la palabra de Dios, tengo por sumo gozo el deseo de aprender más sobre las oraciones ya que en nuestra debilidad somos muy dependiente del Señor. Partiendo de que el creyente debe orar con corazón sencillo de niño, como un hombre con la mente de Cristo y con la fe que agrada al padre”.
Leemos de Adán conversando con Dios (excusándose por haber desobedecido, echando la culpa en su esposa); también Abel adoraba a Dios y así seguramente oraba. Pero la primera mención en la escritura de una forma de oración es después de que nació Enos, hijo de Set. “Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová”. No dudo que Set, un hombre de fe, sentía la gran necesidad de criar su hijo en el temor de Jehová, ya viendo que su tío Caín había fundado una ciudad que no quiso tener que ver con Dios. Así vemos lo que menciona nuestro hermano “en nuestra debilidad somos muy dependiente del Señor”. Añado a esto que vivimos en el mundo de Caín y por eso necesitamos la oración para mantenernos separados de este mundo. A veces no lo sentimos pues nos creemos auto-capacitados; como si fuera posible vivir en este mundo agradando a Dios pero sin la oración. Pero es un engaño del diablo, pues ¿qué tipo de relación tendríamos con nuestros esposas si no nos habláramos? Así la oración es la expresión del corazón de fe o confianza en nuestro Dios, quien es, y que piensa el de nosotros.
En los versículos de Génesis 14 vemos a Abram, escapándose de una tentación por haber tenido una comunión con Dios a través del sacerdote Melquisedec. “Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey. Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram”. Genesis 14:17-23
Vemos algo grande que Abram aprendió, después de haber ganado una gran victoria y salvar a su sobrino; eso es, que Dios es el Dios Altísimo. Nosotros no conocemos a Dios de esta forma, pero es muy importante recordar que Dios es el Altísimo. Él no está obrando el en mundo en el día de hoy como Dios Altísimo. Se puede decir que hay muchas cosas que pasan en este mundo que no son la voluntad de Dios. Él lo permite, como permitía a Satanás hacer mucho daño a Job. El rey de Sodoma dijo a Abram que podía quedarse con los bienes, pero quería las personas. Pero Abram no iba a tener nada que ver con este rey corrupto. ¿Para qué recibir del mundo, cuando Abram conocía y había orado y adorado al Dios Altísimo?
No es exactamente el tema nuestro pero se me ocurre mencionar acerca de la mujer con el espíritu de adivinación que seguía a Pablo y Silas “Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación”. Hechos 16:17 Pero no fue cierto; ellos eran siervos del Señor Jesucristo. Dios va a tener este título en el milenio, cuando todo va a ser sujeto a su voluntad del rey Jesús. Hoy en día no es así. Vivimos en el mundo de Caín, cuyo dios y príncipe es Satanás. Y así nos conviene la oración constante que nos mantiene en la comunión con la mente y voluntad de Dios entre un mundo igual o peor de maldad como el mundo de Caín o el mundo de Sodoma.
¿Oraba Lot mientras vivía en Sodoma? ¿Oraba cuando fue llevado cautivo en Génesis 14 cuando su tío vino a salvarle? ¿Participaba Lot con Abram en la adoración con el sacerdote Melquisedec? Era un hombre justo pero caminaba con el mundo, sin el altar de Abraham y sin el poder de la oración. “Libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos)”. 2 Pedro 2:7-8 Lot era un hombre justo, pero no podía orar ni adorar en el lugar donde había escogido vivir. De su tío Abram leemos “Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba”. Abraham era el que tenía el poder con Dios de intercesión. Lot no salvaba a nadie, ni siquiera sus propios yernos o hijas de Sodoma con sus esfuerzos. El hombre que vivía separado de Sodoma era el que tuvo poder en oración con Dios.
Continuamos el tema, Dios mediante, la semana que viene.
26 marzo de 2017